-Experto en Ads-
“Todavía hay emprendedores que invierten más de 500€ en anuncios de Facebook e Instagram y generan 0€ de retorno”
No vamos a negarlo, casi todos (por no decir todos) los media buyers y marketers hemos invertido dinero en campañas de tráfico para nuestro negocio o para el de otra persona que no han retornado los resultados que esperábamos, ni por asomo.
La mayoría de personas le suele echar la culpa a que su nicho está colapsado, el coste por lead lo tiene por las nubes o que las personas “no tienen dinero” para comprar sus programas o servicios.
Y aquí viene la gran pregunta…
¿Qué tienen en común los anuncios que no generan rentabilidad o que tienen malos resultados?
El cortoplacismo, una mala estrategia de inversión, de captación y/o de venta, poco margen de tiempo, una baja inversión, no conocer a tu avatar, no tener claro lo que vendes y lo que soluciona, y por supuesto, unos malos anuncios, o lo que es lo mismo, unos anuncios con un CTR que no llega ni al 1%.
¿La mejor manera de tirar tu dinero o el de tu cliente de las mencionadas anteriormente?
Todas, en realidad.
Y paradójicamente, la que puede llegar a salvarse es la de “unos malos anuncios”. Hay campañas en las que se han facturado cinco cifras largas que no han llegado al 0,50% de CTR, es decir, que la capacidad de convencer al usuario desde que ve el anuncios hasta que hace clic ha sido bastante pobre, pero todo lo demás era una auténtica obra de arte, lo que ha hecho que se consiga una gran rentabilidad.
Como es el caso de un cliente con el que invertimos 1.310,06 € y conseguimos facturar 15.888,00 € en tan solo 7 días con los diseños que hicimos con su equipo y que nos dieron un CTR que hemos mejorado con el tiempo.
Mostrar el anuncio en las pantallas de las personas es el penúltimo paso. El último es optimizarlo para que funcione.
Verás, poniéndonos serios, pretender que una persona vea un anuncio de tu servicio o formación, haga clic y compre, es muy raro. Eso se lo pueden permitir persona o marcas con mucha autoridad, que se sabe lo que vendes, y que desprendes confianza solo con solo verte la cara.
Por ejemplo, que Cristiano te venda un servicio que consiste en enseñarte a jugar a fútbol durante un mes por 100€, habría que parar la campaña porque colapsaría Facebook, pero Jaimito el del club del barrio que no lo conoce nadie, pues ni gratis. Aunque el anuncio sea una producción cinematográfica. ¿Me sigues?
El anuncio en sí no genera rentabilidad, sino todo lo que está detrás del anuncio, lo que no se ve.
O ir a un emprendedor de 35 a 50 años para venderle tu servicio de marketing y decirle:
Ey! Si vives de tu negocio online pero te preocupa que las ventas decaigan por el aumento imparable del coste por lead puedo ayudarte. ¿Hablamos?
Pues la cosa cambia. ¿No?
Por eso, la segmentación es súper importante, claro. Pero lo es todavía más el mensaje exacto con el que te vas a dirigir a tu segmentación.
¿Tú comprarías algo de alguien que acabas de ver en un anuncio de Facebook o Instagram? Yo por lo menos necesito algo más de detalles antes de meter mi tarjeta de crédito.
Todo esta información no es que esté oculta en un libro bajo llave escondido en una librería secreta. Y aunque no lo parezca, todavía hay emprendedores que invierten más de 500€ en anuncios de Facebook e Instagram y generan 0€ de retorno.
Dicho todo esto, la mejor manera de evitar tirar tu dinero en anuncios de Facebook e Instagram consiste en analizar muy bien lo que pretendes conseguir con esos anuncios, lo que van a pensar las personas desde que lo ven hasta que compren y sobre todo, tener de manera muy clara los motivos por los cuales no comprarían tu servicio o formación.
Conrad Mozos, es la persona detrás de estrategias que consiguen que personas con intención de entretenerse en las redes sociales terminen descubriendo no sólo que su problema es más común de lo que parece, sino que existe una solución disponible y lista para comprar online, ya sean servicios o formaciones.
Esta GUÍA GRATIS te enseña los 5 imprescindibles que necesitas sí o sí para invertir en anuncios y lograr que sean rentables teniendo en cuenta las nuevas tendencias de mercado y los elevados niveles de consciencia de los usuarios que compran servicios o formaciones.